De las pocas empresas en las que, de verdad, creces a nivel profesional y personal.
Aquí siempre vamos a la última (no paras de aprender), nunca vas a escuchar frases del pleistoceno como «no te pago para pensar» y, además, un equipo con tan buen rollo es la envidia de muchos proyectos en los que he participado.
Y a nivel personal tienes todos los programas a tu disposición.
Además del horario flexible y otros beneficios que muchos trabajos remotos ya tienen, trabajar en la Escuela Humanista Digital implica sentirse parte de un proyecto más grande.
No solo aprendo yo misma de los contenidos, es decir, trabajo en mi propia transformación personal, sino que además me siento parte de algo más amplio: ayudo a mejorar cada día la vida de las personas.
Porque cada nueva idea es bienvenida. Da igual si llevas 5 días o 5 años en el equipo. Si una propuesta de alguien mejora la escuela o cualquier proceso será bienvenida. Y no solo eso, sino que te lo agradecerán de una forma personal y muy humana.
Aquí todos brillamos como equipo y nadie roba la luz de nadie.
Flexibilidad, empatía, cooperación y crecimiento a todos los niveles, no solo profesional.
Eso significa para mí trabajar en la Escuela Humanista.
Tras trabajar cuatro años en el turno noche en relación de dependencia, la Escuela Humanista significó, como para los alumnos, un cambio radical en mi vida.
Una cultura totalmente sana, que facilita el florecimiento de un aprendizaje constante y una transformación sistémica de todos los implicados, porque es un proyecto que no te deja igual de como te encontró.
Buscamos gerente de afiliación para ayudarnos a crear relaciones que lleven los programas de la escuela a otras comunidades.
Buscamos ejecutivo o ejecutiva comercial para ayudarnos a conseguir más alumnos y alumnas para nuestros programas.
Buscamos vendedor o vendedoraa comercial para ayudarnos a llevar los programas de la Escuela Humanista de Álex Rovira a las empresas.